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Hace tiempo que no escribÃa nada en el blog, siempre con esa sensación de falta de tiempo, pero hay temas que en los que es importante posicionarnos. En este caso me refiero a la noticia de hace unos meses en la que nos contaban que en Londres habÃan despedido a una mujer de su puesto de trabajo por negarse a llevar tacones. En su dÃa me llamaron para salir en un debate en un programa de la EITB y pude exponer en parte mi opinión pero querÃa ir más allá, querÃa insistir en que no sólo ocasiona problemas momentáneos como dolor en el antepié, riesgo de esguinces, e imposibilidad de un movimiento fluido y natural. El mayor de los problemas es que un uso continuado de los tacones ocasiona un acortamiento de la musculatura posterior de las piernas, problemas en la pelvis, lumbalgias, artrosis de rodilla, juanete, dedos martillo … y yo me pregunto: porqué las mujeres debemos soportar todo esto? De nuevo somos las mujeres las que por un convencionalismo ponemos en juego nuestra salud y nuestro bienestar, al igual que en otras culturas donde las mujeres resultan mas atractivas si por ejemplo se ponen unos collares que alargan sus cuellos hasta la exageración o en Mauritania donde lo atractivo es que sean muy gordas cebándolas desde muy pequeñas llegando incluso al vómito.
Creo en la libertad de elección y si alguna mujer, a pesar de todo desea utilizar tacones pues es su decisión pero desde luego ninguna mujer deberÃa sentirse obligada a llevarlos, incluso no serÃa descabellado plantearse la prohibición de los tacones en algunos puestos de trabajo, de igual manera que por la Ley de Riesgos Laborales se toman otras medidas con la idea de proteger la salud de los trabajadores.
He visto necesario exponer estas reflexiones como profesional de la salud, y por supuesto comprendo que muchas mujeres decidan utilizar zapatos de tacón por sentirse asà más guapas, pero espero que vayamos poco a poco cambiando los estereotipos para que lo que resulte atractivo sea lo saludable.
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